Otra forma de mantener caliente una elaboración que ya está terminada pero que no se va a servir enseguida es utilizando el horno, estando templado, a unos 60-90º C dependiendo de lo que se trate, se mantiene en el interior del horno, sea en el recipiente de cocción (asegurándose de que no le afecte el calor moderado) o en los platos en los que se va a servir. En este caso es importante avisar al comensal de que el plato está caliente para que no lo toque y se queme.
Y hablando de platos, calentarlos antes de servir es una de las prácticas más habituales en los restaurantes y muy fáciles de llevar a cabo en casa, como os explicamos en el post Calentar los platos antes de servir, se puede hacer en el horno o en el microondas. Tener simplemente este detalle puede hacer que desde el primer al último bocado, se disfrute a una temperatura agradable.
Ya en la mesa, los recursos que nos quedan para mantener la comida caliente no son tan sencillos, pero hay soluciones comerciales, como unos calientaplatos como estos, aunque como alternativa doméstica os contamos que en una ocasión nos encontramos con una pequeña manta eléctrica que hacía el mismo uso.
Seguramente podréis ampliar esta lista de consejos para mantener la comida caliente, vuestros ejemplos prácticos o recomendaciones serán muy bien recibidas por todos, tenemos por delante los meses más fríos del año, y nos resultarán muy útiles.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante para mi. Gracias por seguirme.