Dentro de la amplia gama de los frutos secos, hay una variedad muy buscada por su sabor: los pistachos, esos pequeños pero deliciosos bocados que contienen poca agua, por lo que su valor nutritivo es muy concentrado. Su consumo puede ayudarnos a bajar el colesterol, regular el tránsito intestinal y a reducir la presión arterial, entre otras cosas.