Ante una delegación del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, Tomasi ha destacado la gravedad de la cuestión y ha sostenido que la Iglesia Católica ha "delineado políticas y procedimientos para ayudar a eliminar tales abusos y colaborar con las autoridades estatales respectivas para luchar contra este delito”.
Entre tanto, la delegación de la ONU ha exigido a la Santa Sede adoptar medidas para castigar dentro de la Iglesia a los autores de esos escándalos y garantizar el “interés superior del niño”, ya que en la mayoría de los casos, las víctimas estuvieron bajo custodia o influencia de párrocos.
La pederastia de sacerdotes en todo el mundo y el posterior silencio de las autoridades del Vaticano ante estos delitos, en los últimos años, ha levantado las voces contra la Santa Sede y ha dañado su imagen.
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