Aunque todos los responsables que hablan del asunto en privado destacan que es un tema de exclusiva responsabilidad del presidente y que sólo él tiene todas la claves, le idea de que el ajuste gubernamental se hará la semana que viene, antes o durante el fin de semana, se fundamenta en la elección final de las fechas para celebrar tanto la Convención del PP catalán, que tendrá lugar en Barcelona, como la Convención Nacional que se llevará a cabo en Valladolid.
María Dolores de Cospedal, la secretaria general del partido, informó el pasado día 8 que la dirección del partido había acordado celebrar la Convención Nacional los próximos días 31 de enero y 1 y 2 de febrero en la capital castellana. Y añadió que en ella se presentará un Manifiesto Electoral que recogerá las líneas y directrices del programa del PP para las elecciones europeas de mayo, del que ya presentó las bases en la reunión del Comité Nacional y que el grupo de maitines (la dirección reducida del partido) desarrolla en Toledo este fin de semana con la presencia del propio Rajoy.
El hecho de que, casi con total seguridad, la Convención sirva para lanzar al número uno de la candidatura europea es lo que ha alimentado la convicción de que la remodelación del Gabinete es inminente porque todo el mundo piensa que será un ministro. Miguel Arias Cañete es el que más boletos tiene para ganar la lotería, aunque tampoco se descarta a Manuel García Margallo o Ana Mato, que fue la primera en quien pensó Rajoy, aunque la ha debilitado el caso Gürtel, y podría ir de número dos.
La idea que se tiene en el PP es que Rajoy, a la vuelta de los EEUU, aborde la remodelación para presentarse en la Convención de Valladolid con un nuevo Gobierno al que apoyará un PP renovado en su mensaje electoral y cuyo lema de cabecera sea el de la recuperación económica. Pero tiene el tiempo justo porque, antes, el fin de semana del 24 y el 25 de enero, clausurará una convención previa: la del PP de Cataluña. Y, si quiere presentarse allí con una imagen de fuerza renovada para plantar cara a Artur Mas y mostrarse, según Alicia Sánchez Camacho, como “el único partido útil para frenar el independentismo” frente al auge de Ciutadans, lo mejor, dicen responsables del partido, es acudir ya con un Gabinete nuevo.
Por otro lado, se destaca el hecho de que el viaje a EEUU tendrá una resonancia política especial por el hecho de que Rajoy se entrevista por primera vez con Obama, pero también económica porque 15 grandes empresarios españoles arroparán al presidente y avalarán la imagen de que la recuperación es una realidad. Acudirán, entre otros, los presidentes de CEOE, Telefónica, CaixaBank, Iberdrola, ACS, Acciona e Indra que, por su lado, asistirán el día 13 a un almuerzo con 150 empresarios norteamericanos y el 14 al que organiza con Rajoy la Cámara de Comercio de EEUU con la colaboración de la Cámara de Comercio de EEUU en España y la CEOE. A este último almuerzo acudirán altos representantes de empresas como IBM, General Electric, Lilly, Microsoft, Google, UPS, Hewlett Packard o Alcoa.
El presidente ha dado tanta importancia al viaje que ha suspendido su participación, el 14 de enero, en una cumbre hispano-turca en Ankara. Rajoy sabe, según los suyos, que con el viento de cola que le supondrá el viaje a EEUU podrá abordar un cambio de Gobierno en un momento de inmejorable popularidad y recuperará el impulso necesario para echar a volar hacia el objetivo de remontar en las encuestas y afrontar con posibilidades los dos difíciles años de legislatura que le quedan
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