Lea con detenimiento este resumen apresurado de la historia de la España
posfranquista: la muerte del dictador aflojó el yugo que oprimía a las
culturas autóctonas regionales que, vertiginosamente, se convirtieron en
correosos nacionalismos, olvidando el autonomismo liberador de la
Transición y estigmatizando y crucificando el 'españolismo'. Los
autonomismos-nacionalistas o los nacionalismos-autonomistas, según se
mire, crecieron, se hicieron fuertes en ‘su’ historia, ‘su’ geografía,
‘su’ inmersión lingüística… En esta historia, los defensores de la
unidad de España pasaron a ser considerados ‘fascistas’ por los nativos
nacionalistas -fundamentalmente catalanes y vascos, en menor medida
gallegos-, marcando una línea difícil de traspasar entre unos y otros
españoles. Y estos enarbolaron, victoriosos, la bandera del derecho a
decidir un futuro del que excluyen al resto de los ciudadanos. Colorín
colorado, este cuento (real como la vida misma) se ha acabado.
Fernando
Savater, en una foto de archivo (Efe).Quien esto viene a compendiar es
Fernando Savater, escritor y profesor de Filosofía. Y lo hace en el
prólogo del libro “A favor de España. El coste de la ruptura”,
presentado el viernes en Barcelona.
Savater lo argumenta todo: “Tanto el populismo como el separatismo
sonenfermedades políticas oportunistas que atacan al cuerpo del Estado
cuando se debilita socialmente. En el País Vasco hemos padecido durante
largo tiempo un populismo tipo Che Guevara, terrorista con ínfulas de
guerrilla, y ahora vemos en Cataluña otro modeloChávez, que acogota a
los discrepantes con manifestaciones callejeras y el unanimismo
manipulado de los medios de comunicación al servicio de la retórica
demagógica”.
Ilustración del libro 'A favor de España'.Las sensibilidades del
filósofo sobre la avalancha secesionista española son sólo una pequeña
parte de este libro, hecho con la colaboración de la Fundación Progreso y
Democracia (UPyD). En sus páginas, Savater no cabalga solo: lo hace en
compañía de Ramón Marcos (coordinador del volumen y, a la sazón, abogado
y diputado en la Asamblea de Madrid por Unión Progreso y Democracia),
el economista e historiador Gabriel Tortella y otros diez abogados,
economistas, historiadores y escritores, coronados por la firma deMario
Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, y Rosa Díez, líder de la
formación magenta.
En sus páginas se articula un interesante apartado en el que se abordan
los elementos que dan fundamento a todo el libro, que no son otros que
Los costes de romper España en todas sus vertientes: económica,
política, institucional, lingüística y cultural.
1.- Costes económicos
El economista y profesor universitario José V. Rodríguez Mora pone en la
balanza los costes económicos de una hipotética ruptura con España por
parte de Cataluña y el País Vasco, comunidades autónomas sobre las que
se basa todo el estudio -pueden enviarse comentarios al respecto a este
correo: elcostedelanoespana@upyd.es-. El catedrático no ve ganadores en
esta supuesta ruptura de la baraja, ya que, en su opinión, tanto
Cataluña -donde los promotores del separatismo proclaman a los cuatro
vientos que “la independencia será una fiesta”- y País Vasco como España
en su conjunto perderían económicamente, entre otras cosas por las
fricciones comerciales que se generarían entre los tres al tratarse de
países distintos, al margen de que pudieran surgir o no colisiones,
boicots, enemistades…
Ceremonia
inaugural del los Mundiales de Natación Barcelona 2013.Según Rodríguez
Mora, la base en la que los catalanistas fundamentan su ‘odio económico’
se centra en el manido‘Espanya ens roba’(España nos roba). “La
argumentación no podría ser más simple. Sale más dinero hacia el resto
de España del que entra, luego nos roban. En parte porque son gandules,
en parte porque son chorizos, pero los españoles nos roban. Luego,
independencia”.
Ramón Marcos precisa que "el PIB en Cataluña y el País Vasco bajaría.
También en España, aunque menos porque, al tratarse en esa hipótesis de
un país mucho más grande la situación no sería tan severa".
2.- Costes políticos e institucionales
Francisco Sosa Wagner, economista y parlamentario europeo por UPyD, y
Mercedes Fuertes, catedrática de Derecho Administrativo de la
Universidad de León, diseccionan los costes políticos e institucionales,
conviniendo que los nacionalismos han sido, al fin y a la postre, “el
partero de las desgracias colectivas más aniquiladoras que ha sufrido la
humanidad. Reproducirlo en los inicios de este siglo XXI es suicida y
un homicidio a un tiempo”. Ambos anuncian una bofetada de Europa al
nuevo estado catalán, que quedaría fuera de la UE y de sus ayudas. Así
lo notarían en su propia piel los agricultores catalanes, que dejarían
de percibir ayudas agrarias, las escuelas (perderían las ayudas
alimenticias), los trabajadores (habrían de renunciar a los fondos de
cohesión y solidaridad), los estudiantes (adiós a las becas Erasmus),
los investigadores (se esfumarían ayudas a proyectos)…
Artur Mas, con la Asamblea que convocó la cadena humana para la
Diada.Todo ello sin contar con lacriba financiera derivada del
independentismo, que llevaría aparejada la imposibilidad de obtener
liquidez o financiación en el BCE, dificultades para emitir deuda
pública… en el caso de que la secesión se materializase.
Según Marcos, coordinador del libro, "la gente puede querer ser
independiente pero tiene que saber también, claramente, losriesgos que
tiene una decisión de ese calado. Los catalanes tienen que saber que
habrá menos pluralismo y que puede que también más corrupción, ya que
procesos como éste están manejados por las elites. Hay que explicar bien
las cosas, como la falacia del derecho a decidir, porque en el caso de
decidir tenemos que decidir entre todos".
3.- Costes lingüísticos
El catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad del País
Vasco, Aurelio Arteta, analiza en el volumen los costes de las políticas
lingüísticas que lleva aparejadas el separatismo. Arteta mantiene que,
tanto en Cataluña como en el País Vasco, “estas políticas han ocasionado
el sufrimiento de muchos, la desigualdad de oportunidades de los
ciudadanos, la quiebra de la comunidad política y además derroches
presupuestarios”.
El catedrático indica que una situación independentista provocaría una
inmersión lingüística más acentuada “y, en consecuencia, una mayor
imposición para los castellano hablantes”, y una restricción del mercado
lingüístico. Arteta hace hincapié en que “las lenguas autonómicas
levantan unas barreras institucionales para acceder a un buen número de
empleos, sobre todo, públicos".
4.- Costes culturales
Por su parte, Enrique Helguera de la Villa, abogado y periodista,
desgrana el terremoto cultural de un posicionamiento secesionista: “La
creación de una identidad colectiva despojada de toda relación con
España pasa por la destrucción de la cultura común. La secesión de
Cataluña dejaría una huella traumática en la cultura española,
sumiéndola en una crisis psicosocial similar a la del 98 pues, como
entonces, cuestiona la idea de España”.
Ramón Marcos explica a El Confidencial que la idea de poner en marcha el
libro A favor de España. El coste de la ruptura "nació cuando, el año
pasado, vimos que las respuestas del Gobierno al separatismo eran
insuficientes. Teníamos claro que había que argumentar con razones los
terribles costes que podría tener una ruptura. Nos propusimos hacer
valer lo positivo de la unión y los perjuicios de la ruptura".
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