sábado, 31 de agosto de 2013 |

UN VINITO ES ¡SALUD! CON CONSUMO MODERADO

El vino es una de las bebidas alcohólicas más antiguas del mundo. No hay duda en que ha sido un fiel acompañante del hombre. Desde el descubrimiento de la fermentación (3.000 a.C.) hasta ahora ha sido testigo de la evolución, del progreso de las sociedades y del intercambio cultural. Además es uno de los pilares de la dieta mediterránea, junto con la aceituna y el trigo.


El proceso de la fermentación surgió como una forma de conservación de las abundantes cosechas de uva que se lograban en el otoño y que se estropeaban en el invierno. Igual que la leche se convirtió en queso o los cereales en pan.

Pronto pasó a ser una bebida imprescindible, elevaba el alma y el espíritu. Los romanos fueron los que más extendieron la cultura del vino, era pilar de la estructuración de su sistema económico, político y organizativo. Cuando el imperio desapareció el relevo recayó en manos de la Iglesia, para la que el vino fue y es un símbolo de su dogma.

Está demostrado que tomar vino, sobre todo el vino tinto, en cantidades moderadas tiene un efecto realmente beneficioso sobre la salud y el cuerpo humano.

Estos son los diez mandamientos de la influencia positiva que puede tener el nuestro cuerpo el mágico líquido:

1.- Está científicamente comprobado que el vino protege contra la aterosclerosis, enfermedades coronarias y accidentes cerebro vasculares de tipo isquémicos.

2.- Aumenta las lipoproteínas de alta densidad HDL (colesterol bueno), además de actuar como antioxidante y disminuir el poder nocivo de las lipoproteínas de baja densidad LDL (colesterol malo) sobre las arterias.

3.- Tiene acción antibacteriana y antihistamínica, reduciendo así las alergias.

4.- Entre sus nutrientes encontramos vitaminas que combaten el envejecimiento y mejoran la piel.


5.- En vino tinto tiene propiedades anticoagulantes y antitrombóticas, evitando la formación de coágulos en la sangre y favoreciendo la circulación en el cerebro, corazón y demás órganos vitales.

6.- Aporta numerosos nutrientes y oligoelementos muy importantes como magnesio, zinc, litio, calcio, hierro y potasio.

7.- Ayuda en la digestión de las proteínas, por lo que se le considera un compañero imprescindible cuando se toman carnes y quesos.

8.- Disminuye el riesgo de formación de cálculos renales, además de controlar las infecciones urinarias.


9.- Mejora la circulación de la sangre, evitando las varices y disminuyendo el riesgo de padecer hemorroides.

10.-Reduce los niveles de presión arterial y mejora el uso de insulina en el organismo.

En España tenemos para elegir de todos los tipos, sabores, formatos, denominaciones… Estamos en el País del Vino.

Siempre es un placer tomar una copa de vuestro vino preferido o del que mejor maridaje tenga con la comida que vayáis a ofrecer. Pero como siempre, moderación, los importantes beneficios que tiene sobre nuestro organismo no son directamente proporcionales a la cantidad. Un poquito, y nos deleitaremos con la bebida de los dioses.










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