Si nos ponemos a mirar la fotos de siglos pasados
surge la pregunta de ¿por qué los personajes que posaban en los
retratos, tiempo atrás, no muestran ni un ápice de sonrisa en su rostro?
La respuesta a este interrogante tiene dos razones, la primera es de tipo cultural y la segunda está relacionada con la tecnología. Se dice que a finales del XIX y principios del XX, la sonrisa era considerada un gesto de inmadurez y altanería. Además en la cultura europea la risa se relacionaba con las prostitutas, borrachos y locos.
La segunda razón, de tipo tecnológico, tenía que ver con las cámaras; para tomar una foto se tardaba aproximadamente 10 minutos, por ser un modelo daguerrotipo. Entonces era imposible que las personas duraran ese lapso de tiempo sonriendo y que la captura no saliera borrosa.
En ese tiempo, muchos fotógrafos optaban por utilizar un aparato llamado reposacabeza con el fin de evitar un entumecimiento muscular.
Sin embargo, hoy en día, la tecnología y la cultura han cambiado, y todos quieren salir sonriendo en las fotos, aunque a veces nos cueste.
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