Deja sitio para el postre será la apuesta de
Cuatro por los programas-realities de cocina. La cadena de Mediaset ha
visto que la fórmula funciona en España en programas como MasterChef,
Top Chef o Pesadilla en la Cocina. El repostero Paco Torreblanca será el
encargado de buscar al nuevo maestro pastelero español.
Nuestro país no es el único en donde la ecuación gastronomía y prime time funciona. Con afán de diferenciarse, las productoras de medio mundo ya están innovando formatos diferenciados y curiosos que podrían tener, pronto, su versión española. Hoy os mostramos algunos de los más curiosos.
Crónicas Carnívoras. Este programa conducido por Adam Richman se emitió en la cadena Travel Channel desde 2008 a 2012. En cada episodio, el actor visitaba tres restaurantes representativos de cada ciudad estadounidense. En uno de ellos además tenía que superar un reto, como conseguir comer una ración de grandes dimensiones o con extra de picante. En la última edición, quienes realizaban las pruebas eran candidatos entrenados por el propio Richman.
The Great Food Truck Race. El reality de Tyler Florence se pudo ver por primera vez en Food Network en el año 2010. Los concursantes, armados con camiones de comida francesa, vietnamita o americana, compiten por recorrer diferentes ciudades de Estados Unidos y vender más comida que el resto. El equipo ganador (formado por matrimonios, amigos o hermanos) se llevará un premio de 50.000 dólares.
Cutthroat Kitchen. Alton Brown conduce un programa en el que cuatro chefs disponen de una cantidad de 25.000 dólares para comprar aparatos, utensilios de cocina e ingredientes. A partir de ahí, todo vale en el concurso, incluso robar los alimentos al equipo contrario o destrozar sus aparatos adquiridos. Y el fin es uno: superar las pruebas que se les proponen y preparar el plato más apetecible. El ganador se lleva todo el dinero que le ha sobrado, mientras que los que pierden deben devolverlo.
Pressure Cook. En el programa canadiense, conocido en España como Cocinero a presión, el chef Ralph Pagano hace realidad uno de sus sueños: viajar a lo largo del mundo conociendo la gastronomía de otros países. Sin embargo, tiene que pagar un precio por todo ello, y es que sólo tiene un billete de ida. El de vuelta tendrá que ganárselo con su propio sudor, trabajando en varios locales y teniendo que hacer frente a diferentes retos.
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