domingo, 22 de septiembre de 2013 |

ACAMPAR UNA SEMANA AL AIRE LIBRE TE AYUDA A REGULAR TU CICLO DE SUEÑO

¿Le cuesta conciliar el sueño en la noche o pasa todo el día con sueño? Ir de campamento una semana y estar en contacto sólo con la luz solar podría ser la solución. Así lo muestra un estudio realizado por la U. de Colorado en Boulder (EE.UU.) que llevó a ocho voluntarios de campamento a la montaña y los hizo vivir expuestos sólo a luz del sol y a la de una fogata, por las noches.



El resultado: tras volver a la ciudad sus problemas de sueño habían desaparecido. Se iban a dormir más temprano y en la mañana se levantaban antes, sin la sensación clásica de cansancio.

Los expertos dicen que la luz natural reguló su reloj circadiano: el sistema interno que le dice a nuestro cuerpo cuándo prepararse para el sueño y cuándo estar alerta para comenzar un nuevo día. “Al aumentar nuestra exposición a la luz solar y reducir nuestra exposición a la luz eléctrica en la noche, podemos convertir nuestro reloj interno y las horas de sueño y es probable que sea más fácil despertar y estar alerta en la mañana”, dice Kenneth Wright, de la Universidad de Colorado en Boulder.

Wright y sus colegas estudiaron primero el reloj circadiano interno de los voluntarios tras una semana de trabajo, escuela o actividades sociales. Luego llevaron a esas mismas personas a acampar a Colorado. En el día aprovechaban la luz solar y en la noche sólo podían usar fogatas. No se les permitió el uso de linternas ni de aparatos electrónicos.

Medianoche

Mientras en su vida en la ciudad la mayoría de los voluntarios se dormía después de la medianoche y despertaba a las ocho de la mañana aún con sueño, después de estar en el campamento esa rutina cambió. Se dormían dos horas antes y despertaban más temprano también, aunque sin esa sensación de sueño y cansancio que tanto caracteriza a las poblaciones modernas.

Para los expertos eso se debe a que la luz natural ha mostrado ser el mejor regulador del ciclo de sueño y vigilia en los humanos. Esto, porque logra que la melatonina, la hormona del sueño, se active apenas llega el ocaso y se reduzca cuando sale el sol. Y no como ocurre actualmente, que -por exceso de luz eléctrica- el ciclo del sueño de desregula y las personas mantienen la melatotina alta hasta dos horas después de haberse levantado en la mañana, lo que explica la sensación de cansancio matutino.

“Con la exposición a la luz natural, la baja de la melatonina se desplaza a la última hora del tiempo de sueño, lo que hace que el cerebro se excite antes de despertar y las personas se levanten más alertas en la mañana”.

Como no siempre se puede ir de camping, los investigadores aseguran que acostarse temprano y no ver TV o exponerse a aparatos electrónicos en la noche es de gran ayuda para regular el ciclo del sueño, así como aumentar la exposición a la luz solar durante el día y el mediodía. “Dar un paseo por la mañana, tener las cortinas abiertas en el trabajo o almorzar afuera es algo que su cuerpo agradecerá en la mañana”, dice Wright.

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