Que levante la mano la mujer que jamás se haya acostado con el maquillaje puesto.
Apenas nadie ¿verdad? Alguna vez en nuestras vidas pecamos de pereza y derrotadas por el sueño y el cansancio, nos arrastramos hasta la cama sin fuerzas para dedicarle tiempo a la limpieza de nuestra piel.
Apenas nadie ¿verdad? Alguna vez en nuestras vidas pecamos de pereza y derrotadas por el sueño y el cansancio, nos arrastramos hasta la cama sin fuerzas para dedicarle tiempo a la limpieza de nuestra piel.