Ya lo avisó en su día el documental ‘The Corporation’:
Las empresas se comportan como psicópatas y, lo que es peor, no les
queda otra opción para sobrevivir en este frenopático poblado por otros
psicópatas que es la economía global.
Pero dentro del manicomio hay muchos niveles de locura: están los locos
de toda la vida, esos que quieren ganar más dinero cada año, y están los
verdaderamente tarados, aquellos que son capaces de pasar por encima de
cualquier comunidad o ecosistema para lograr su sacrosanto objetivo:
amasar pasta.
A continuación las diez empresas más malvadas del planeta (con su token español incluido):
10 Wal Mart
Negocio: Gran distribución
Tropelías: Atila del pequeño comercio, negrero de sus “asociados”
¿Pero qué tripa se os ha roto para incluir en una lista de empresas
malvadas al mayor empleador de EEUU, con sus 2,2 millones de
trabajadores en todo el mundo? Pues porque buena parte de esos
trabajadores sobreviven en el umbral de la pobreza, con sueldos de unos 8
dólares por hora (menos de 6 euros). El presidente de Wal-Mart gana más
en una hora que un “asociado” (así llaman a los curritos) a tiempo
completo en un año.
En un mercado libre el trabajador de Wal-Mart tal vez podría buscar
trabajo en otro lugar pero no es el caso: la cadena de supermercados ha
arrasado con la competencia y con la industria estadounidense: el 85% de los productos que vende se importan de China.
Negocio: Minería
Tropelía: Expoliar las riquezas de territorios invadidos
Ni tú ni casi nadie ha oído el nombre de esta empresa, pero puedes estar
seguro que en tu nevera hay más de una fruta crecida gracias a los
fosfatos que extrae del subsuelo del Sáhara. ¡Ah, en ese caso es una
benefactora de la Humanidad! Bien, podría serlo, si no fuera por dos
pequeños detalles:
1. Buena parte del mineral que vende esta empresa marroquí procede del
territorio del Sáhara Occidental, más concretamente de la gigantesca mina de Bou Craa, la mayor del mundo. En otras palabras, Office Cherifien se está lucrando con las riquezas naturales de los saharauis.
2. La empresa pertenece a la familia real marroquí, así que la inmensa
riqueza generada (Marruecos es el primer exportador de fostafos del
mundo) no revierte tampoco en la población marroquí sino en su monarca,
Mohammed VI, “el rey de las rocas”, según Forbes, el séptimo rey más rico del mundo, con una fortuna de 2.500 millones de dólares.
8 Nestlé
Sector: Alimentación, cosmética y demás
Tropelía: Acaparar el agua a las comunidades de medio mundo
El evocador logo de Nestlé –mamá pájaro alimentando a sus polluelos en
el nido- es probablemente uno de los más hipócritas de la historia de la
comunicación corporativa. La multinacional suiza es por derecho propio
la empresa más boicoteada de la historia, por escándalos como la leche en polvo
que hacía que los lactantes renunciaran a la leche materna a la más
reciente acaparamiento de los recursos hídricos en países como Etiopía,
Sudáfrica o Pakistán.
Es ley de mercado: a medida que el agua empieza a escasear, su venta se
convierte en un enorme negocio. Ejemplo práctico: Nestlé se apropia cada
día de 1,1 millones de litros de agua de un acuífero canadiense
(incluso durante las sequías) por los que abona la bonita cifra de 3,71
dólares, y los revende –una vez embotellada y etiquetada- por 2 millones
de dólares, obteniendo un espectacular margen del 53 millones por
ciento, según el cálculo de Hang the Bankers.
Negocio: Pesca
Tropelías: Destrozos en el medio ambiente, abusos a sus trabajadores
Para hacer tortilla hay que romper huevos, decía Alex en ‘La Naranja
Mecánica’. Y para que Rodolfo Langostino llegue a tu mesa hay que
expoliar muchos manglares en Nicaragua, denuncia
la ONG Intermón Oxfan en un informe distribuido el pasado verano sobre
las prácticas laborales y medioambientales de la pesquera española,
propietaria de la mayor flota mundial al menos hasta que a sus dueños
les cegó la codicia y hundieron el barco.
Entre las muchas denuncias acumuladas –y no sólo contables- están
“causar daños medioambientales irreparables” en los manglares de
Nicaragua para la cría del langostino o en los bancos de Chile, con
redes de arrastre. Además, los trabajadores de los criaderos de
langostinos cumplen jornadas maratonianas. Para añadir sal a la herida,
Pescanova recibió en 2012 créditos por valor de 10 millones de euros del
Ministerio de Economía (Cofides), años después de que se hubieran
presentado las denuncias.
6 Academi
Negocio: Guerras
Tropelías: Subcontratistas de batallas ajenas
Seguramente el nombre de Academi no te diga nada, y puede que te suene a
una academia de catalán para extranjeros, pero si decimos Blackwater
tal vez vuelvan a tu memoria las imágenes de un ejército mercenario que
desembarcó en Irak tras la invasión y, poco a poco, fue reemplazando al
ejército norteamericano en las tareas de zapa y hostigamiento de los
insurgentes.
Academi es, efectivamente, un lavado de cara de Black Water, la mayor empresa de mercenarios del mundo: 40.000. Su página web
no deja lugar a equívocos: “Entrenamientos de elite. Protección de
confianza”, y es que este ejército privado hace la guerra por su lado… a
sueldo del Pentágono, de donde provienen el 90% de sus ingresos.
Desde un punto de vista conspiranoico, sería bonito que la empresa más
malvada del planeta, Monsanto, comprara Academi/Blackwater para formar
Evil Corp, como se ha dicho por ahí, pero desdichadamente es mentira.
Negocio: Electrónica, pesca, pastis
Tropelía: Congelar atunes para revenderlos tras su extinción
A los japos les gusta más un lomo de bonito que a los gaditanos la
tortita de camarones. Tanto les gusta que ya se han comido prácticamente
todos los atunes del Pacífico norte, estén (estemos) haciendo lo propio
con los del Mediterráneo y los bonitos del Atlántico. El pez
desaparecerá en algún momento de las próximas décadas, pero la avidez
por su carne roja permanecerá alguna generación más.
Consciente de esta “demanda latente”, la multinacional Mitsubishi está
pescando miles de toneladas de atún azul en aguas europeas y
ultracongelándolas a -60ºC para revenderlas dentro de varios años, como
si fueran recién pescadas, una vez la escasez haya disparado el precio
por las nubes, según denuncia el documental ‘The End of the Line’.
Además de fabricar excelentes troskis, Mitsubishi acapara el 40% de las
capturas de atún mediterráneo que se vende en Japón. WWF calcula que la
especie podría estar esquilmada en 2048.
Hagan cuentas.
4 Armajaro Holdings
Negocio: Inversiones
Tropelía: ¡Quedarse con el chocolate!
En el cuento de Roald Dahl y en la película de Tim Burton, “Charlie y la fábrica de chocolate” Willy Wonka
era un excéntrico ermitaño que controlaba la producción del mejor
chocolate del mundo. Con mucho menos gracia y glamour, el especulador
Anthony Ward trata de acaparar la producción de cacao en el mundo,
conocedor de un pequeño secreto: dentro de 20 años el chocolate se habrá
convertido en un producto de lujo.
Ward, dueño de la firma de inversión Armajaro Holdings, compró en 2010 241.000 toneladas de cacao,
suficientes para fabricar 5.300 millones de barritas de chocolate, una
por cada habitante del planeta sin contar diabéticos y señoras en
régimen. ¿El motivo? Dentro de un par de décadas, las barritas de
chocolate Kit-kat, Mars o los entrañables Huesitos que hoy podemos
comprar por 1 euro costarán 10 euros (o estarán compuestos de sucedáneos
grasos), según el documental Panorama de la BBC sobre la problemática
producción de cacao en África.
Negocio: Prisiones
Tropelía: Conseguir clientes para llenar sus cárceles
Imagina por un momento el Gobierno privatiza Instituciones
Penitenciarias, lo renombran Trullo S.A. y empieza a cotizar en Bolsa.
Impensable, ¿verdad? Pues en EEUU hace tiempo que sucede. El campeón
nacional del sector allí -el Hilton de las prisiones, para entendernos-
se llama Corrections Corporation of America (CCA),cotiza en bolsa y su
negocio no es obviamente la rehabilitación de los reclusos sino su
reincidencia, lo que puede que explique que Estados Unidos sea el país
con mayor población reclusa del mundo.
Si la misma existencia de una empresa que vive de la privación de
libertad de las personas es un escándalo, aún lo son más los métodos de
operación de CCA. Según un informe
del grupo In The Public Interest, la empresa exige a los estados un
contrato que garantice un 90% de ocupación de las celdas, de modo que si
se reduce el índice de delitos, el gobierno debe pagar una
compensación. ¿Y qué hace un gobernador con el agua de los presupuestos
al cuello? Pues sacar a la policía a buscar más negros delincuentes.
Como reza el famoso dicho policial, “no hay nadie inocente, sino
insuficientemente investigado”.
2 Rio Tinto
Negocio: Minería
Tropelía: Trabajo esclavo, guerras por el territorio
Quién nos iba a decir que un humilde río ferroso de Huelva iba a dar
nombre a uno de los supervillanos corporativos más malvados del planeta.
Pues sí: Rio Tinto fue fundada a finales del XIX por un grupo inglés
para explotar las minas de cobre en Andalucía y posteriormente se
expandió hasta el infinito y más allá… concretamente, hasta Papúa Nueva
Guinea.
El historial de abusos contra el medio ambiente y los derechos humanos
de Rio Tinto está documentado en medio mundo (Filipinas, Namibia,
Madagascar y Australia, entre otros territorios), pero alcanza su
paroxismo en Papúa Nueva Guinea, donde una filial de la compañía,
Bougainville Copper, bloqueó la isla en 1990 en represalia a un
movimiento secesionista que amenazaba su negocio. Durante el bloqueo,
que duró siete años la Cruz Roja calcula que murieron 10.000 personas por falta de asistencia médica. El objetivo del director de la empresa era “matar de hambre a esos bastardos”.
Negocio: Alimentación
Tropelía: Prohibir a los agricultores que replanten las semillas
Si un guionista tratara de plasmar maldad más abyecta en una empresa,
probablemente le faltara imaginación para llegar a los niveles de
perversión deMonsanto, la empresa de supervillanos que no tiene empacho
en reconocer que quiere controlar la alimentación mundial. It’s only
business.
Recientemente, Monsanto ha sido nombrada la empresa más malvada
del mundo (por delante de McDonald’s y la Reserva Federal), pero lleva
décadas acumulando méritos: durante la guerra de Vietnam suministró al
Ejército de EEUU una fórmula refinada del “agente naranja”, mucho más
letal con los “malditos limones” que la de sus competidores. Luego
llegaron el DDT, las aspartano y la hormona de crecimiento de las vacas,
todas ellas con graves consecuencias para la salud de los consumidores.
Su línea más rentable es el herbicida Roundup, que, según denuncian los ecologistas, queda en los alimentos y puede causar una amplia gama de enfermedades
en los consumidores: de la diabetes, al cáncer, pasando por Parkinson o
depresión. Y mejor no hablamos de los transgénicos, porque nos acusarán
de involucionistas y magufos…
Con la colaboración de Intermón Oxfam e información de Econmatters, Salon, El País, Forbes,Hang the Bankers, Público, Independent, Yorokobu, The Punch y Corp Research.
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