El hecho de que la foto circule por las redes sociales como una imagen que la revista “Interviu” “no quiere publicar” le está sirviendo al régimen para transmitir la falsa idea de que Facebook o Twitter no son fiables. Sin embargo, el “fake” no solo ha sido desmentido sino que las propias redes sociales permiten su autocorrección y rectificación, al igual que hacen los medios “tradicionales”. Y además, todo este enredo está sirviendo para distraer al público de algo más grave: el Gobierno, con la anuencia de la Oposición, va a prohibir las protestas ciudadanas en la calle ante el Congreso de los Diputados, quiere penar con cárcel los “tartazos” a un político y los escraches (con un 90% de la población a favor, según las encuestas) e incluso pretende discriminar en el Ejército a los “sospechosos” de “radicalismo ideológico”. Y es que la partitocracia española se parece cada vez más a una dictadura y ni siquiera tiene ya remilgos para aparentarlo.
Más adelante desvela como desde hace tiempo circulan por las redacciones de medios especializados “una serie de fotografías de Ana Aznar en top-less, tomada supuestamente durante sus vacaciones en Córcega. Los conocedores de la pareja dudaron desde el primer momento de su autenticidad, comprobándose finalmente que estas no eran más que unas fotos, que ya publico “Hola”, de sus vacaciones en Mallorca, retocadas hábilmente. En estas, Ana aparecía en bikini y unas hábiles manos eliminaron la parte superior de la prenda de baño haciéndole mostrar unos pechos bien puestos. La duda tras descubrirse la manipulación es a quien corresponden estos pechos que salen en la foto”.
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