Se trata de una almohada con la singular forma de un regazo de mujer, un par de piernas arrodilladas, enfundadas en un vestido más bien corto y, es de suponerse, provocativamente carmesí (que también puede cambiarse por el más tradicional negro), sobre el cual una persona puede recargarse para descansar, acaso después de un día especialmente agotador.
La “Almohada-Regazo Hizamakura” promete “suavidad y elasticidad al tacto”, además de una forma “perfectamente ajustada para descansar la cabeza”.
Sin duda una mercancía que representa cierta competencia para la almohada-novio que comenzó a venderse recientemente en el Reino Unido.
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